#AlmasGuatemaltecas.
Cerro de la cruz.
Antigua Guatemala, uno de los lugares preferidos por turistas y nacionales, el ambiente antiguo que este hermoso lugar emana de sus calles, casas y pobladores, hacen llegar a muchas personas a lo que alguna vez fue la capital de este país Guatemala. De esta manera es casi imposible encontrar algún capitalino que no conozca estas calles por su relativa cercanía con el centro de la ciudad. Nosotros hasta hace poco encontramos un lugar más en el que se logra observar desde casi toda Antigua Guatemala una cruz que observa toda la cabecera.
El cerro de la cruz es uno de los atractivos turísticos más comunes dentro de la Antigua Guatemala por la visita de la ciudad que nos ofrece, si te encuentras paseando por acá, por supuesto la recomendación es visitar este maravilloso lugar y sin duda alguna te llevas un buen recuerdo.
¿Cómo llegar?
Para llegar puedes abordar un “tuc-tuc” que te puede transportar hacia el mirador, o bien si te consideras en buena condición física puedes llegar caminando, desde el centro calculamos un aproximado de 20 minutos. Otra de las opciones es llevar tu propio medio de transporte, ahi encontraras una entrada para carros con un amplio parqueo (pagado), y justo ahí se encuentra el mirador.
Al llegar a la cima del cerro puedes disfrutar de una refrescante granizada o una bebida típica y llevarte un bonito recuerdo artesanal o accesorios elaborados por los habitantes del pueblo. Al fondo de la espectacular vista se encuentra proporcionada por la ciudad, el volcán de agua y la cruz.
Horario.
El ingreso es totalmente gratuito, el horario de cierre es a las 6 pm.
Historia.
Esta cruz se coloca en 1930 principalmente echa de madera, esta se reemplaza por una echa de concreto, la intención de la cruz es darle una vista diferente al volcán de Agua, composición que se observa desde la parte trasera de la cruz mirando hacia la Antigua Guatemala, una de las costumbres de este lugar es subir el cerro especialmente el jueves de la ascensión para recordar la partida de Jesús cuarenta días después de su resurrección. En dicho día se suele comer porciones de comidas típicas que suelen vender las personas que comercian en esta área.
Foto: Aurogena
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